19 September 2013, 1 Comentario

Baldosas hidráulicas

Desde la acera de cualquier calle, pasando por la mayoría de las cocinas y sin olvidar el camino de baldosas amarillas que guían a Dorothy hasta Ciudad Esmeralda, las baldosas, serviciales, están siempre a nuestros pies.

Hoy vamos a hablar de las más originales, las que forman suelos atrevidos y diferentes, con grandes posibilidades en cuanto a diseño y colores. 

Hecha de cemento coloreado mediante pigmentos, la baldosa hidráulica se caracteriza por sus dibujos. Desde los más tradicionales con rombos, flores, estrellas a otros con formas geométricas, este tipo de suelo apareció en los años 30 y 40 y está inspirado en el estilo Art Deco y Modernista. En poco tiempo se convirtió en el pavimento más utilizado, tanto en arquitectura doméstica como en edificios públicos más emblemáticos. Grandes arquitectos de la época como Gaudì y Lluis Domenech i Montaner usaron la baldosa hidráulica para decorar algunos de sus suelos.

La herramienta principal para la elaboración de estas losas es la Trepa, una plantilla de metal que es la que determina la forma y la distribución de los colores. El proceso de creación de la baldosa hidráulica consiste en introducir la trepa en un molde de hierro e ir rellenando las distintas aperturas con el cemento pigmentado con los colores elegidos. Una vez terminado se retira la trepa y se añade una mezcla de àridos y cementos que serán la parte posterior de la baldosa. Se tapa el molde y una vez prensados se colocan en unos módulos para su posterior secado y fraguado.

     

Hoy este tipo de suelos vuelve a ser tendencia. A principios de siglo éstos eran típicos en las casas enclavadas en la costa, por ser suelos frescos muy apropiados para las casas de veraneo. Poco a poco este estilo fue cayendo en el olvido y reemplazado por materiales más modernos. Pero el pasado está de moda, no tenemos más que mirar cualquier desfile de ropa, revista de decoración o  tienda de regalos para descubrir que, por muy sinsentido que parezca la frase, lo vintage es la nueva modernidad.

Como os muestro en las fotos que acompañan al post, hay miles de diseños diferentes y no hay por qué limitar sus usos al suelo, los puedes poner no solo en los suelos sino también en zócalos y paredes. Como protagonistas absolutos o combinados con madera, acero o cemento, puedes incluso hacer originales sobres de mesas o revestir un banco de obra.

Realmente las posibilidades son infinitas y con imaginación podemos dar un toque audaz y diferente a cualquier espacio.

Al ser material procedente de derribo, a veces es muy difícil conseguir los metros necesarios para cubrir una habitación, y ese es parte del encanto del mosaico hidráulico. La mezcla de distintos diseños, o incluso materiales en una misma habitación puede quedar tan bonito, o incluso más, que un pavimento hecho exclusivamente de baldosas de este tipo. En las siguientes imágenes podéis apreciar lo que os digo. Pertenecen a una casa modernista situada en Sant Cugat del Valles (Barcelona), rehabilitada y decorada por Clementina Chereguini Olmos.

Todas las estancias de la casa tienen suelos de diferentes diseños y colores, aportando a cada habitación un toque distinto y original. Mirad los suelos, que son realmente increíbles. Como veis, el único límite es el de la imaginación

Baño y dormitorio

 

Vestíbulo de la entrada principal

 

Despacho 

Salón

Los suelos de baldosa hidráulica me apasionan. Son duros, resistentes, fáciles y bonitos. Los puedes mezclar con cualquier otro material y sirven para diferenciar los distintos espacios. No hay que tener miedo a mezclarlos, son siempre agradecidos y aportan dinamismo y calidez a las estancias.

 

  

 

Si estás interesad@ en alguna combinación y no tienes los metros necesarios, ponte en contacto con nosotros, te ofreceremos distintas posibilidades en cuanto a diseño y color.

Puedes echar un vistazo en la tienda, donde encontraras diferentes baldosas hidráulicas.

 

    

   

Hoy en día hay fábricas que hacen suelo hidráulico aunque yo personalmente prefiero los suelos antiguos que ya poseen esa pátina especial provocada por el uso.

 Podéis optar por utilizar cualquier de estos tratamientos:

Encerado del suelo: Es el tratamiento de suelos utilizado de forma habitual y tradicional en los mosaicos antiguos. La cera consigue proteger la baldosa hidráulica, avivar sus colores y dejar un suelo satinado muy bonito. En su primera aplicación deberá verter la cera líquida pura para cubrir la baldosa hidráulica. Para el posterior mantenimiento, se podrá añadir mensualmente un tapón de dicha cera al cubo de agua al lavar el suelo.

Cristalización: Este tratamiento le proporciona a su suelo una terminación brillante, noble, como la de las mansiones de la primera mitad del siglo XX. Su aplicación sobre las baldosas hidráulicas las endurece, protege y resalta los colores de las mismas. Es un proceso delicado, por ello recomendamos que se ponga en contacto con un profesional para su aplicación.

Productos impermeabilizantes, tapa poros: Estos tratamientos protegen del agua, las grasas y otras manchas. Se aplica con un rodillo, brocha o esponja creando una capa fina del producto, esparciéndolo de forma uniforme y evitando una aplicación excesiva del mismo. Estos productos penetran perfectamente dentro de la baldosa sin dejar restos superficiales.

Aquí os dejo un par de enlaces.:

Ellos son unos verdaderos restauradores de suelos hidráulicos: http://www.suelosantiguos.com

Aquí va un vídeo también para que podáis apreciar este artesanal trabajo tan gratificante, por los resultados y maravilloso, por los acabados: http://www.youtube.com/watch?v=oMiYATZRGmI

Y por último, os dejo un interesante vídeo donde encontraréis proceso de fabricación de la baldosa hidráulica:  http://youtu.be/utdnUOJlKSA

 

Y hasta aquí las baldosas hidráulicas por hoy. Espero que os haya gustado el post y que hayáis podido aprender y conocer cosas nuevas. Cualquier consulta no dudéis en contactar con nosotros.

Texto: Olivia Garófano.

Os deseo un feliz otoño.

 

 Pigmentos