03 November 2015, 3 Comentarios

Casas con alma anticuable: Una antigua casa de pescadores

Y esta antigua casa de pescadores, situada frente al mar mediterráneo, es el lugar de descanso preferido de ella y toda su familia.

Una casa que ya desde su exterior nos sorprende por su cálido diseño veraniego y practico.

Situada junto al mar, conserva la fachada original revestida en pizarra gris, era la manera que tenían estas antiguas casas de pescadores de pasar desapercibidas a los piratas que rondaban estas costas a principios del siglo XIX.

Una casa pensada para gozar y disfrutar, con una terraza y unas vistas que nos invitan a dejarnos llevar y a mirar el mar. 

Un espacio donde predominan el blanco y el azul, colores mediterráneos, que se traducen en una agradable sensación de frescor y limpieza...en definitiva una casa para ser vivida.

           

      

La casa ha ido creciendo con sus propietarios y adaptándose a los hijos, nietos, primos y animales de compañía de sus propietarios.

En la decoración salta a la vista la pasión de sus propietarios por el mobiliario antiguo recuperado de antiguas herencias y objetos procedentes de subastas y mercadillos consiguiendo una armónica y serena mezcla.

       

   

En resumen una casa de ayer y de hoy, practica y cómoda, donde no se pierde el sabor tradicional mediterráneo ni la rica herencia árabe romana recibida, su patio.

     

   

El patio integrado en la vivienda crea una sensación de fluidez y ligereza que se respira en el interior. En verano es el lugar intimo donde se come y se descansa, un micro clima donde la temperatura se mantiene perfecta.

Una casa que destila autenticidad, sensibilidad y belleza, igual que los cuadros de su propietaria.

Maria Encarna Robles, licencia en filosofía y letras por la universidad de Madrid.

Estudia pintura con Eduardo Peña.

Es alumna libre de la facultad de bellas artes, amplia estudios en Francia e Italia, es seleccionada por Antonio Lopez en los talleres de arte del circulo de bellas artes.

Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Murcia.

A mi me gusta personalmente porque sabe captar y no es fácil, el color azul del mediterráneo, ese color azul entre verde, magenta, ocre y azul añil.

El denominado azul prusia.

El azul prusia posee una tonalidad azul profunda casi negra de una belleza casi inimitable y es perfecto para usarlo como veladura.

  

Como buena maestra nos ofrece un amplio repertorio de cuadros en los que se hace patente el dominio y la maestría en el arte del dibujo, en la aplicación tan elegante del color y en la armonía de sus composiciones, una artista que ama la pintura y cuida con mimo sus trabajos.

Maneja con fluidez todos los géneros de la pintura: bodegones, marinas, paisajes y figuras.

 

Y para ella, como dijo Robert Henri (1865-1929), el arte no es un medio de ganarse la vida es un medio de vivir una vida.

 

Sus bodegones de limones y las racimos de frutas como uvas, brevas y membrillos dentro de cuencos cerámicos antiguos son fantásticos, desprenden poesía.

     

    

Las sombras y luces tan impresionistas de estas acequias.

  

También se atreve con los retratos y los desnudos.

      

Y como dice Julia Saez-Angulo, de la Asociación Madrileña de Críticos de Arte...." Maria Robles es una artista vocacional, que ama la pintura y cuida con mimo sus trabajos para que la obra fluya con soltura y perfección ".

En definitiva una amante de la belleza que no baja la guardia ante el arte.

....y sé que siempre estarás allí, guardando mi jardín

Si queréis ver su obra, del día 3 al 30 de noviembre organizan una exposición "La Luz, el ritmo y el silencio" en Madrid.

Disfrutar del otoño, tiempo de recogimiento e introspección!!

Bibliografía:

Catalogo "La huella de una mirada", de Julia  Saez-Angulo, de la Asociación Madrileña de Críticos del arte.

Maria Encarna Robles.